En 2021 el Festival vuelve a la presencialidad. Siete reservas naturales indígenas y campesinas, con el apoyo de AWAKE Travel, WWF y otras entidades lideran el encuentro. La cita es del 15 al 17 de octubre, en el municipio de Barbacoas.
“En lengua materna Awapit, la pava del Baudó es «Kuinkua». En todo nuestro territorio grande, al que llamamos «Katsa Su», la Anparɨnkua Pa Kai, un espíritu de mujer que vive en la selva, es la dueña de las aves. Cuando hay mucha cacería, la Anparɨnkua Pa Kai protege a la Kuinkua «encerrándola» para que los cazadores no la encuentren, y nuevamente la «deja salir» cuando los árboles están cargados de los frutos que le sirven de alimento”, cuenta Olivio Bisbicús, director de Gobernanza Ambiental Comunitaria de la Reserva Indígena +nkal Awá La Nutria “Piman” del Resguardo El Gran Sábalo. “Por esto, aún se conservan poblaciones más o menos estables de esta especie al interior del territorio del pueblo indígena ɨnkal Awá”.
Desde 2017, los organizadores del Festival de Aves del Piedemonte Costero de Nariño decidieron destacar, en cada versión, una de las 17 especies de aves más amenazadas de la zona. Este año el turno es para la Kuinkua o pava del Baudó (Penelope ortoni). Y es que, desde hoy viernes 15 y hasta el domingo 17 de octubre, este territorio de frontera entre Colombia y Ecuador, estará celebrando una vez más a sus aves. Luego de una versión virtual en 2020, el festival vuelve a concentrar sus actividades presenciales dirigidas a la comunidad de la región.
El festival, que es el evento más antiguo del país en su tipo, busca incentivar la observación y el estudio de las aves en las comunidades locales, crear conciencia acerca de la importancia de conservarlas, y contribuir en la consolidación del aviturismo como una actividad que posibilite un desarrollo sostenible en la región.
Para ello, realiza un robusto trabajo de educación ambiental a través de actividades artísticas y culturales que destacan, además de las aves, otros aspectos de su exuberante y particular diversidad biológica y cultural. Justamente, trabajar por la educación es una tarea fundamental para la conservación de aves como la pava del Baudó, amenazada por la cacería.
En los bosques de la cuenca binacional de los ríos Mira y Mataje, esta pava –muy silenciosa– pasa inadvertida. Incluso, dicen que puede permanecer inmóvil y callada por muchas horas en las copas de los árboles. Sin embargo, no huye ante la presencia humana y su gran tamaño (entre 58 y 63 cm) la hace apetecible como fuente de proteína. Algo que la tiene en categoría de amenaza “En Peligro” (de las más alarmantes para especies silvestres) a nivel internacional.
Cristian Flórez Pai, de la Reserva Natural Río Ñambí – FELCA cuenta que, por años, la región ha sido azotada por la tala de arboles. “La pava del Baudó es una especie que se restringe a bosques conservados y, cuando se tala el bosque, ella ya no regresa. Así sucede con otras aves y especies de animales de gran tamaño que necesitan de ecosistemas sanos para vivir”, enfatiza.
Piedemonte costero de Nariño: región de gran potencial para el aviturismo
“El festival de aves es una iniciativa local que apoyamos desde hace muchos años y que consideramos muy importante para los propósitos de conservación y desarrollo sostenible de esta región, una de las más biodiversas del planeta, y que lideran las organizaciones locales de este territorio consolidando una mirada integral del territorio, incluyendo su gestión transfronteriza. Nos unimos al festival para contribuir en alianza con diferentes instituciones, organizaciones comunitarios y representantes del sector privado”, dijo Luis Fernando Gómez, coordinador para la Región del Pacífico de WWF Colombia. En este sentido, desde el festival de aves se le ha apuntado a la consolidación de una ruta binacional de observación de aves entre Colombia y Ecuador.
A esto se le suma el potencial para el ecoturismo, cada vez más reconocido. “El piedemonte costero de Nariño es un destino con una gran riqueza natural y cultural, con mucho por ofrecer a los viajeros de este segmento”, destaca Laura Romero, socia fundadora, CO-CEO y líder de la Agencia de Desarrollo, Alianza e Impacto Awake Travel. Este año, la empresa, mediante un convenio con WWF Colombia y las reservas naturales, ha iniciado a sumar en la región con un amplio derrotero.
La apuesta de Awake Travel a futuro es ser un aliado que apoye el fortalecimiento del turismo de naturaleza de base comunitaria, viendo el festival como una estrategia de visibilización y posicionamiento frente al mercado.
Jornadas de conferencias, avistamiento y actividades culturales
Este año, la sede principal del festival será la Reserva Natural Indígena Awá “PIMAN” La Nutria, en el municipio de Barbacoas, Nariño. Sin embargo, también se realizarán actividades en las otras reservas naturales organizadoras: La Planada, Río Ñambí, El Bosque, la Reserva Forestal Protectora Cuenca Alta Río Nembí (RFPCA), Bangsias BirdLodge, la Reserva Natural de Agua “Los Tirapuentes”,ubicadas entre los municipios de Barbacoas y Ricaurte. En todas se hará observación de aves y se prestarán los servicios ecoturísticos de hospedaje y alimentación acostumbrados.
Así pues, su XVIII versión iniciará hoy viernes 15 de octubre, en la mañana, con un taller sobre la Estrategia Nacional para la Conservación de Aves (ENCA 2030), liderado por Audubon; y, en la tarde, se desarrollará un ciclo de conferencias, entre las que se destaca la charla del profesor Víctor Vanegas y Nabith Romero, sobre la importancia del conocimiento indígena del territorio y su avifauna como una estrategia fundamental para su conservación.
El sábado 16, desde las 6:00 AM y hasta las 6:00 PM, estará dedicado a lo que más aman los pajareros: el avistamiento de aves. Locales y visitantes pueden inscribirse aquí para participar en la reserva que más les interese: https://bit.ly/3vdjzcn.
Y, para cerrar, el domingo 17 se realizarán eventos culturales y de premiación con la comunidad: concursos de pintura, música y danzas. Además, se entregarán los reconocimientos a los mejores registros de aves con la aplicación EBird, de la Universidad de Cornell, así como de fotografías grupales y de paisajes.